El domador la mira con una sonrrisa estando a salvo del lado de afuera de su jaula, en sus manos un latigo que amenazadoramente le recuerda que es prisionera de ese lugar y le da por sentando que aquel salvaje es su dueño.
Ella esta del otro lado de los barrotes, mirandolo fijamente a la cara como si lo fuera a atacar, pensando deliciosamente como lo disminuirá si no existiera ese hierro que la separara de la libertad.
Erguida como ella sola, demostrando su imponencia, con sus ojos cristalinos de mirada asesina a punto de estallar, ella esta sin parpadear, significaria flanquear. La adrenalina le erizo los pelos del lomo ya y esta dura como si esperara tácticamente a atacar. El sentimiento de impotencia de sentirse aprisionada le genera esta locura tan paranoica, el sentimiento de impotencia muta en ira… Ira total y absulatamente reprimida por haber sido domada. La presion hace que su sien se aga notar e impacientemente empiesa a caminar de lado a lado de su jaula para poderse apaciguar.
Es que mientras su domador se siente impune con su sonrrisa del otro lado de la jaula, ella lo mira y odiosamente empiesa a recordar sus primeros dias de cachorra, en donde corria sobre el matorral. Empiesa a recordar con anhelo y su mirada que ahora parece ida, esta alli abrazando a esa cachorra en libertad. Jura por su vida, llegar a ser libre. Jura por su vida romper los hierros que la separan de la libertad y erguirse ante su domador sacando afuera la fiera que el un dia domo, haciendole saber a el, que por mas que la haya reprimido, el nunca la ha domesticado, el nunca la ha cambiado.
Ella todavía esta con sus ojos cerrados, en aquel lugar, con el sol potenciado y la brisa que parece tan real que le hace respirar. Tan pronto la felicidad la invadio de vivir en un mundo que no es, un latigazo la ha despertado. Provenia de aquel domador que una y otra ves le recordaba que este cuadrado oscuro y abarrotado era su prision.
Ella lo miro fijo a los ojos por ultima ves, y una lagrima desde la fiera se desramo, era un grito de dolor. Era una lagrima que demostraba en una simple celula, toda su ira su impotencia, su dolor y sus anelos de ser libre bajo el sol. Su cara, demostraba una tristeza inmensa imposible de tapar y sus ojos lagrimosos se veian cansados ya, como si de una ves y para siempre se quisieran cerrar… lenta y apaciguadamente, como si disfrutara cada segundo al que se acercaba a su muerte la fiera se recosto en la oscuridad, y en el ultimo instante su cara trizte y cansada de la vida que le toco llevar, pudo por fin deslumbrar una sonrisa de paz, una sonrisa que ya con sus ojos cerrados la llevo hacia su amada libertad.
Ella esta del otro lado de los barrotes, mirandolo fijamente a la cara como si lo fuera a atacar, pensando deliciosamente como lo disminuirá si no existiera ese hierro que la separara de la libertad.
Erguida como ella sola, demostrando su imponencia, con sus ojos cristalinos de mirada asesina a punto de estallar, ella esta sin parpadear, significaria flanquear. La adrenalina le erizo los pelos del lomo ya y esta dura como si esperara tácticamente a atacar. El sentimiento de impotencia de sentirse aprisionada le genera esta locura tan paranoica, el sentimiento de impotencia muta en ira… Ira total y absulatamente reprimida por haber sido domada. La presion hace que su sien se aga notar e impacientemente empiesa a caminar de lado a lado de su jaula para poderse apaciguar.
Es que mientras su domador se siente impune con su sonrrisa del otro lado de la jaula, ella lo mira y odiosamente empiesa a recordar sus primeros dias de cachorra, en donde corria sobre el matorral. Empiesa a recordar con anhelo y su mirada que ahora parece ida, esta alli abrazando a esa cachorra en libertad. Jura por su vida, llegar a ser libre. Jura por su vida romper los hierros que la separan de la libertad y erguirse ante su domador sacando afuera la fiera que el un dia domo, haciendole saber a el, que por mas que la haya reprimido, el nunca la ha domesticado, el nunca la ha cambiado.
Ella todavía esta con sus ojos cerrados, en aquel lugar, con el sol potenciado y la brisa que parece tan real que le hace respirar. Tan pronto la felicidad la invadio de vivir en un mundo que no es, un latigazo la ha despertado. Provenia de aquel domador que una y otra ves le recordaba que este cuadrado oscuro y abarrotado era su prision.
Ella lo miro fijo a los ojos por ultima ves, y una lagrima desde la fiera se desramo, era un grito de dolor. Era una lagrima que demostraba en una simple celula, toda su ira su impotencia, su dolor y sus anelos de ser libre bajo el sol. Su cara, demostraba una tristeza inmensa imposible de tapar y sus ojos lagrimosos se veian cansados ya, como si de una ves y para siempre se quisieran cerrar… lenta y apaciguadamente, como si disfrutara cada segundo al que se acercaba a su muerte la fiera se recosto en la oscuridad, y en el ultimo instante su cara trizte y cansada de la vida que le toco llevar, pudo por fin deslumbrar una sonrisa de paz, una sonrisa que ya con sus ojos cerrados la llevo hacia su amada libertad.
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